¿Cómo logra España avalar la persistencia de su industria turística mundial?
El nuevo ataque a un autobús turístico de la localidad de Barcelona por parte de un conjunto racista radical estableció una ruptura entre la liga pro-independencia de Junts pel Si y sus accionistas de exagerada izquierda en el gobierno, la CUP. Altos oficiales del gobierno provincial catalán castigaron el asalto de la semana pasada, que recalcó el obstáculo al turismo de aglomeraciones en Barcelona en varios sectores. Pero una legisladora de CUP, Mireia Boya, consideró el ataque como simbólico y en su territorio culpó al gobierno provincial de formar terrorismo con sus políticas neoliberales.